Una región que ha pasado por todas las violencias: colonos abriendo trocha con machetes; allí probaron su fuerza las Farc desde su fundación en El Pato en los años 50; allí se ensañaron los paramilitares en el 2000. Cada familia guarda un dolor, cada quien ha enterrado a un ser querido: uno de cada 3 habitantes de Florencia está en el registro de víctimas; las fincas quedaron solas y miles de campesinos dejaron sus parcelas. Una generación entera expulsada por la guerra, por el miedo, está de vuelta, dispuesta a rescatar los recuerdos, a reconstruir su tierra , a transformar los odios en una mejor vida para todos.