“Cartas en el Duda”


2 de abril de 1995
A Alfonso Cano, de M. Marulanda

Todavía continua el operativo por estos lados; está como muy prolongado. (…) Del Duda y el Páramo, el Ejército está citando a casi toda la gente a Cabrera, para indagar sobre sus posibles vínculos con la guerrilla

 

2 de septiembre de 1985
A Manuel Marulanda de Yamil Ramírez

Ha resultado una ancianita en La Uribe que dice ser su mamá, el nombre que ha dado por ahí es Margarita Montoya. Ella dice que quiere subir a ver el hijo, que así sea un kilómetro que avance en el día, pero que se viene; también refiere que viene del Caquetá, enviada por monseñor José Luis Serna y señala que hace veinte años que no se ve con el hijo.

 

28 de diciembre de 1985
A Honorio (Manuel Marulanda) de Jacobo (Arenas)

De la misma manera que usted, con la Especial, las demás compañías comenzaron hoy a tumbar para maíz. Seguramente, por radio y antes de que esta le llegue, le comunicaré que, según Bernardo, ya no hay reunión este año, sino los primeros del entrante. Así que estamos libres por ocho o diez días en que, seguramente, no habrá peligro de ataque sobre nosotros.

Por aquí, las chicas comentan que estuvo muy buena la fiesta en Casa Verde y están preparándose para pasar aquí el 31. De modo que le esperamos, para ver cómo pasamos la noche del 31.

 

12 de octubre de 1987
A S. y E. Misión, de Manuel Marulanda

Los compañeros deben viajar hasta el lugar denominado La Totuma, tomando la vía de El Duda,
pasando por Pedregal y El Arroz, hasta llegar al lugar. En esta región, hay que entregar una
carta y esperar la respuesta de los compañeros. En este lugar, deberá hablar con los
destinatarios para ver cómo anda la producción de papa, y si permite el sostenimiento de
ciento cincuenta hombres durante dos meses.

(…)

Los camaradas pueden disponer de ocho días para la gira, distribuidos en dos partes: cinco días para lo relacionado con el camino, y tres días para concretar lo uno y lo otro. Ver qué más se consigue saber acerca de la región.

 

Después del bombardeo de César Gaviria el 9 de diciembre de 1990

9 de febrero de 1994
A Manuel Marulanda, de Alfonso Cano

Estoy en la parte alta de la finca de A. Hoy, a media noche, sin luna, me movilizo por el camino real hace la parte alta de Centro Duda. No está fácil el abastecimiento. Tengo economía que me dejó para seis días. Encargué otra: ojalá llegue a tiempo. La gente está mal de abrigo; voy a encargar cobijas y sacos (…) La bonanza de arveja trajo mucho forastero. En la parte alta, a donde pienso instalarme, hay sembrados de amapola. Una desgracia. Por allá, parece que está AB con su gente (…)

 

15 de febrero de 1994
A Jorge Briceño, de Manuel Marulanda

Por La Caucha, Casa Verde, El Pueblito y Los Pinos no quedan sino escombreras y ruinas (lo que dejó el ataque, y en las fincas aledañas, problemas con los encargados. ¿Recuerda el ternero que le ordenamos tomar a E.? Esto fue para problemas; no faltaron las madres, porque ellos trabajan para otros.

Ahora, subió Alfonso y solicitó un ternero a E., y enseguida hicieron lo mismo: no faltaron las madres. Al mismo E. se le fue una vaca de la finca y está en otro lugar. Ahora, lo acusan de haberse robado tres reses; le quitaron las mulas que tenía y se las entregaron a unos civiles para que las trabajen. De ese orden está en todas partes, exguerrilleros acolitando el cultivo de amapola y amenazan a quien diga algo.

El que ordenó el cultivo (de amapola) en el Palmar se llama Jacinto, y está en La Palmera. Tenemos que ponerle orden a todo esto. Las pocas fincas existentes, nada producen para la Revolución, sino problemas internos y recriminaciones entre unos y otros. ¿Qué propone usted para acabar con el lío? Olvidaba decirle que a E. le toca desocupar todo esto, cuando los de la Dirección del Duda dicen que fue el único que se hizo al frente cuando le guerra.

 

3 de mayo de 1996
Manuel Marulanda festeja su cumpleaños con guerrilleros del curso militar y las compañías de seguridad

Camaradas: Buen día. De mi parte, reciban un fuerte abrazo y mis agradecimientos por todas las felicitaciones recibidas hoy de los bloques y combatientes, en general, de las FARC – EP, justo cuando estoy cumpliendo sesenta y seis años de vida, más de la mitad de ellos dedicados al servicio de la causa revolucionaria, la mayor parte en la lucha armada para lograr cambios importantes para el pueblo.
(…)